viernes, 27 de agosto de 2010

TACATÁ: ¿BENEFICIA O PERJUDICA A TU HIJO?

DESARROLLO INFANTIL


Pero... el tacatá, ¿es malo?


   Parece mentira que a pesar de que vivamos en una sociedad denominada "de  la información" exista una "información" a nivel popular tan contradictoria a cerca del uso del llamado "taca-taca, tacatá o andador". Muchas son las personas que habitualmente me preguntan eso de... "pero el tacatá... ¿es malo?" y esperan una respuesta rápida de si o no. Siempre he creído que hay que justificar lo que se afirma. He recopilado algunos datos que espero os sean de bastante ayuda para clarificar esta cuestión.


Algunos datos interesantes:


    En el año 2004 en Canadá se prohibió la venta, la importación y la publicidad del tacatá tras los nefastos datos de incidencias y accidentes que anualmente se registraban en niños menores de 2 años por el uso de éste. La Academia Americana de Pediatría desaconseja su uso y la Asociación Nacional de Hospitales Infantiles e Instituciones afines han solicitado que se prohiba su fabricación y venta. Así pues, dicha solicitud viene precedida por un estudio realizado en 1999 en el que se habla de 8.800 ingresos hospitalarios de niños menores de 15 meses en las unidades de urgencias por caídas, traumatismos o heridas derivados del uso del tacatá (Pediatrics vol.108, Nº3 September 2001, pp790-792).


    En España encontramos un interesante estudio de 1996 en los Anales Españoles de Pediatría que concluye con estas cifras: con el tacatá se registran un 24.4 % de accidentes infantiles al año, de los cuales un 76.2 % son caídas, un 14.3% heridas y un 4.8% hospitalizaciones. Da que pensar... El artículo se denomina "Patrones de uso, creencias populares y accidentabilidad por andador infantil" (Anal. Esp. Ped. 1996;vol. 44; Nº4, pp337-340) y aporta información muy interesante a cerca de todo lo comentado en este artículo.


En el día a día:


    Realmente estos datos por norma general no llegan a la calle, los padres cuando colocan a su hijo en un tacatá lo último en que piensan es que les pueda perjudicar a ese nivel, de hecho suelen pensar, que aprenderá a caminar antes, que cogerá fuerza en las piernas, que se distraerá, que se lo pasa bien o que le estimula. Y como mucho alguien comenta que puede que se le arqueen las piernas, pero suele concluir la conversación con la afirmación de que: "si no fuese bueno... no lo venderían". Pues no todo lo que venden para niños es bueno para ellos. (mejor que no profundicemos hoy en esto... o no acabaremos). En fin, numerosos estudios indican que el uso del tacatá no tiene absolutamente ningún tipo de beneficio, no fortalece las piernas, no favorece el aprendizaje de la marcha o los primeros pasos y no favorece en ningún momento su desarrollo psicomotor, modifica el eje vertebral y las presiones en la articulación de la cadera, rodilla, tobillo y columna vertebral y  por el contrario, implica un riesgo importante para el niño, puesto que alcanza muchas más cosas que le pueden dañar. Puede quemarse con una estufa, radiador, cafetera o cualquier cosa que alcance, caer por unas escaleras (principal causa de accidente con el tacatá) recibir un golpe empujón con una puerta, tirar de un mantel y que le caigan los objetos encima, ir rápido y tropezar con cualquier mueble, ser empujado por otro niño de forma brusca y chocar con la pared, puesto que no saben frenar, pillarse los dedos con puertas, engancharse los pies con las ruedas o torcerse el tobillo con giros rápidos, tomar productos tóxicos a los que alcanza pese a su corta edad, etc, etc, etc y que decir si el tacatá se utiliza en el centro escolar... Curiosamente todos los accidentes que se registraron en el hospital fueron en presencia de sus padres o cuidadores, que no previeron el peligro y vieron el accidente sin tener tiempo suficiente para reaccionar. No era mi intención ser dramática en cuanto a los peligros que comporta el uso del tacatá pero todo lo descrito está extraído de los diversos artículos  citados e incluso he preferido obviar algunos términos que he visto un tanto fuertes, (traumatismo craneo-encefálico, envenenamiento, fracturas costales...).


    Independientemente de esto, es cierto que un niño debe descubrir el movimiento de su cuerpo y practicarlo a medida que éste madura y con ello, voltear, arrastrarse, colocarse a cuatro patas, gatear, desplazarse a culadas, ponerse de rodillas, ponerse de pie cogido de los muebles o de la pared, y cuando ya se siente preparado, mantenerse de pie y dar pasos agarrándose de los muebles, hasta que finalmente madura su equilibrio, su coordinación y camina; todo esto por sí mismo, respetando su tiempo y sin forzarle, aunque por supuesto con nuestra ayuda. Algunos niños no gatean  aunque se les dé el espacio suficiente, hay infinidad de maneras de desplazarse diferentes, algunos se arrastran, otros caminan sobre pies y manos similando la marcha de un oso, o se desplazan sentados lateralmente... en definitiva, lo importante es que se desplacen por sí mismos y que exploren su entorno. Desde los 4 o 5 meses hasta los 12-15 meses el niño vive un proceso precioso de desarrollo psicomotor, a no ser que se le coloque en tacatá. Puesto que entonces pasa de sentado a de pie y no realiza cambios posturales, no trabaja la coodinación contralateral mano-pie del gateo, anda de puntas, no disocia el antepie y el retropie en la marcha, el aspecto biomecánico del niño se ve totalmente alterado y lo más importante,  se ve también alterado el desarrollo natural y psicomotor del niño, el cual, no volverá disfrutar nunca más con tanta intensidad. Y esto es mucho peor cuanto antes se le coloque en el tacatá, y os tengo que decir, que en ocasiones y aunque os parezca sorprendente ya se les coloca ¡con 5 meses!... sí, en serio... pero no creo que esto sea culpa de los padres... que sólo quieren lo mejor para sus hijos, sino de la "desinformación" que existe a cerca del tema.


    Es importante citar que sí que es cierto que el niño se entretiene y divierte con el tacatá, pero eso no significa que sea lo que más le beneficia. Son adecuadas para esta etapa las mantas con actividades, los juguetes que se desplazan, pelotas cascabel, juguetes de acción reacción, las mesas con actividades, etc.etc.y un largo etc. pero no el tacatá.


    En conclusión, el niño debe disfrutar de todas las etapas de desarollo a su ritmo, sin ser forzado a andar o a estar erguido todo el día andando sobre las puntas de los pies, con el ambiente adecuado a su etapa de desarrollo y con juguetes apropiados para su edad. Un niño está preparado para andar cuando se pone de pie por sí solo y desea hacer pasitos agarrándose y soltándose de entre los muebles. El tacatá no respeta la fisiología del niño, por ello es totalmente contraproducente para su crecimiento y para su desarrollo. Prepárale el espacio y déjale que se mueva.


Neus Bort Saborit
Fisioterapeuta col. 1692
Especialista en Desarrollo Infantil Y Atención Temprana
Osteópata craneo-fascial y visceral

1 comentario:

  1. Muy bueno el artículo Neus, estoy totalmente de acuerdo en lo contraproducente del Tacatá.
    Un saludo

    Gustavo Agustí Franch.

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